En «El choque de culturas», el mejor libro sobre educación canina que he leído, Jean Donaldson explica parte de la frustración que subyace a muchas relaciones entre perros y dueños como un problema de comunicación. Aunque es fácil comprender la esencia de este mensaje no había sido tan consciente de las carencias del código que la mayoría de las personas usan para comunicarse con sus perros hasta que, en mis inicios como aficionado al adiestramiento, mi amigo Javier Fernández me recomendó dejar de hablarle absolutamente a mi perra.
El poder del silencio y la irrelevancia aprendida
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